Titulo: Camille Nightroad
Fandom: La Premonición
Palabras: 476 palabras

Lo conocía de antes pero eso no significaba que la relación que existía entre ellos era diferente, parecida a la que él tenía con Nadhia. Es mas, dudaba que él tuviese una relación estrecha con alguien más. Es que era tan distante, tan reservado, tan frío algunas veces, que resultaba completamente paradójico teniendo en cuenta su naturaleza de fuego.

Luke era especial y diferente, y quizás, debido a eso, se había enamorado de él.

Debía admitir que lo que más le había impresionado cuando lo había visto por primera vez aquella oscura tarde, había sido su resplandeciente e irreal belleza. ¡Era tan hermoso! Sublime. Era exactamente el tipo de hombre perfecto que quisieses imaginar pero que no podías concebir porque tu cerebro no concebía tanta perfección y belleza.

Esa tarde, como ella solía hacer cada día en aquella época, había ido a la gran Casa Dorada a tomar sus clases (porque, en aquel entonces, ella se había estado preparando para ser una de las Hermanas) y se había encontrado con él — de frente— mientras paseaba por los corredores.

Él, como solía estar siempre, llevaba puesta ropa negra y sobre esta una larga túnica con capucha del mismo color. Sus largos y alborotados cabellos dorados enmarcaban su perfecto y apuesto rostro y sus impactantes ojos grises azogue parecían brillar como si tuviesen luz propia. O quizás solo había sido su desbordada y sobre excitada imaginación la que la había hecho ver cosas donde no las había y sus ojos no habían estado refulgiendo como las llamas en una hoguera. Pero eso era lo que parecía, realmente. Y ella, por unos brevísimos instantes, pudo sentir el calor de su mirada sobre ella.

El punto estaba en que Luke era perfecto. “Un ángel negro”, como había pensado en ese maravilloso momento en el que sus miradas se encontraron y él la había deslumbrado. Pero no había sido su inexplicable belleza lo que la había empujado a enamorarse de él. No. Había sido el hecho de que él, todo el tiempo, parecía querer alejarse de los demás porque se sentía “diferente”. Porque su poder era demasiado fuerte y peligroso. Porque no quería encariñarse con nadie para después sufrir su pérdida.

Porque había visto tristeza en sus hermosos ojos.

Todas esas cosas habían sido las que la habían llevado a acercarse a él y las que la habían convertido en su amiga, si se le podía llamar de esa forma. Pero, por lo menos, eso era algo. Estaba segura de que jamás iba a estar más cerca de él de lo que ya lo estaba. Y saber que él, por lo menos, la tenía en su lista (de apenas tres personas, contándola a ella) de personas cercanas.

Eso, conociéndolo como lo conocía y sabiendo lo malo que era él relacionándose con los demás, era lo máximo a lo que podía aspirar.