Titulo: Ariadnna Nightingale
Fandom: La Premonición
Palabras: 180 palabras
Ella era el tipo de mujer que todas quisieran ser: hermosa, influyente, respetada y dueña del importante titulo de “Princesa”. La primera Princesa de sangre en mucho tiempo. Y, aun así, era la mujer más sencilla y adorable que te pudieras imaginar.
Ariadnna se hacia amar, y no era a base de amenazas, mucho menos por su titulo; eran sus gestos, la forma en la que hablaba, la preocupación que mostraba cuando le contabas tus problemas, los que te hacían quererla y respetarla.
Porque ella era especial, diferente. Un soplo de aire calido para ese frío mundo. Ella era como la luz al final del camino: cargada de esperanza, algo que a los hellavenianos les faltaba en sus vidas.
Era fuerte y decidida a la hora de ayudar a quien más lo necesitase. Era capaz de enfrentarse a todos los demonios del infierno con tal de lograr lo que se proponía. Era una mujer de temperamento fuerte y que se hacia respetar a pesar de su apariencia frágil.
Ella era, sin lugar a dudas, la Princesa que ese mundo necesitaba.
Fandom: La Premonición
Palabras: 180 palabras
Ella era el tipo de mujer que todas quisieran ser: hermosa, influyente, respetada y dueña del importante titulo de “Princesa”. La primera Princesa de sangre en mucho tiempo. Y, aun así, era la mujer más sencilla y adorable que te pudieras imaginar.
Ariadnna se hacia amar, y no era a base de amenazas, mucho menos por su titulo; eran sus gestos, la forma en la que hablaba, la preocupación que mostraba cuando le contabas tus problemas, los que te hacían quererla y respetarla.
Porque ella era especial, diferente. Un soplo de aire calido para ese frío mundo. Ella era como la luz al final del camino: cargada de esperanza, algo que a los hellavenianos les faltaba en sus vidas.
Era fuerte y decidida a la hora de ayudar a quien más lo necesitase. Era capaz de enfrentarse a todos los demonios del infierno con tal de lograr lo que se proponía. Era una mujer de temperamento fuerte y que se hacia respetar a pesar de su apariencia frágil.
Ella era, sin lugar a dudas, la Princesa que ese mundo necesitaba.
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