La Premonición

Titulo:
¿Amor? No, gracias.
Fandom: Entre el Amor y el Odio (original)
Claim: Jessica Smith
Palabras: 500 palabras
Notas: reto # 73. Para la comunidad Writer's Canvas. Pintora de Pastel. | Insúltenme, amenácenme con quemarme en una hoguera, pero no me lancen tomates lol. Ya sé que esto es un desastre pero, es lo que hay, ¡Confórmense, carajo! xD



“No te preocupes, es sólo amor”

Había leído esa frase una vez hacia muchos años, cuando aún era inocente y la vida no la había golpeado tantas veces. Había creído ciegamente en esas simples palabras. Había pensado que amar era algo hermoso, el tipo de cosa que te hacía sentir plena y feliz.

Pero ella había descubierto, algunos años después, que todo eso era una mentira de proporciones titánicas. Algo que para lo único que servía era para hacer sufrir a los que no habían sido bendecidos con ese don. Algo que sólo servía para hacerte sentir ilusiones y esperanzas de encontrarlo y vivirlo.

Ella había sido insultada, humillada, golpeada, marcada y denigrada hasta tal punto de que nadie se atrevía a mirarla a la cara; y si lo hacían, era sólo para dedicarle una mirada desdeñosa y cargada de asco.

Había entregado su corazón, cuerpo y alma a unos hombres que no habían hecho más que destruirlos y mancillarlos hasta tal punto de que eran inservibles en esos momentos. Había perdido todas las ganas de vivir, de ser feliz. Había dejado de ser quien era para convertirse en otra persona, una mujer total y absolutamente diferente a ella, una mujer que le desagradaba.

¿Y todo gracias a que? Al amor, por supuesto. Gracias a eso que todos alababan, a lo que le escribían canciones y poemas. Y ella no podía entender la fascinación que algunas personas sentían por los temas relacionados con eso.

Ella se había enamorado por primera vez siendo muy joven, quizás demasiado. Había tenido sólo trece años recién cumplidos cuando tuvo su primera decepción amorosa, cuando descubrió que el amor era algo peligroso, una farsa. Y se había jurado a su misma no volver a cometer el error de entregarle su corazón a alguien pero, seis años mas tarde, tuvo que retractarse y tragarse sus palabras.

Ella no le había entregado su corazón a Lucas, él se lo había arrancado del pecho y lo había destruido con sus propias manos. Y le había hecho tanto daño que ni todas las lágrimas del mundo la harían sentir mejor. Todos los “te quiero” no lograrían unir las piezas de su destrozado corazón, ni todos los “lo siento, perdóname” lograrían borrar las heridas tanto físicas como emocionales que le había dejado esa relación.

Por eso ella no lograba comprender a las personas que hablaban del amor con tanta emoción y felicidad. El amor, desde su punto de vista, era sólo dolor y lágrimas. Sangre y traición.

Y ahora venía alguien a decirle que no se preocupara, que sólo era amor… sí, claro. Ella ya había pensado eso una vez y las cosas habían terminado muy mal. En aquel entonces había tenido fuerzas para levantarse y tratar de empezar otra vez, pero ahora ya era muy tarde. Su cuerpo estaba cansado, su corazón destrozado y su alma ansiaba ser liberada.

Ya no le quedaban fuerzas para nada, mucho menos para creer en algo que, en realidad, nunca había podido apreciar.
0 Responses

Post a Comment