Titulo: Amor Prohibido
Fandom: Moonlight
Claim: Mike St. John
Palabras: 610
Basado en la frase: “donde hay mucho sentimiento, hay mucho dolor”.
Ella no lo entiende y es probable que por mas que le explique, no llegue a entenderlo nunca. No es porque sea obstinada o porque le guste llevarme la contraria, sino porque mis razones no son lo suficientemente convincentes para ella.
Yo la amo, siempre la he amado (mi amor fue cambiando con el paso de los años, debo admitir) y por eso es que cada vez que ella tiene ganas de hablar de eso, yo trato y trato de explicarle las múltiples razones por las que no podemos estar juntos; y también trato de distanciarnos para hacer las cosas “mas fáciles” pero es simplemente imposible.
Si no es que nos encontramos de casualidad en la escena de un crimen del cual ella esta haciendo una nota para Buzzwire, es ella la que va a buscarme a mi oficina para que la ayude con un caso o con cualquier cosa (siempre se aparece con una excusa un poco tonta como “se me quedó un archivo aquí” o “¿has sabido algo de Morgan?”. A veces solo me dice “quiero saber que demonios te pasa”).
Cuando eso ocurre solo la miro tratando de descifrar, de averiguar si es que ella no siente el mas mínimo respeto hacia su persona, si es que no aprecia ni un poquito su vida. Ella solo me sonríe y me dice ¿piensas dejarme toda la vida esperando a que termines de abrir esa puerta?”. En esos momentos, cuando la veo entrando a mi casa con esa despreocupación pienso que está completa y rematadamente loca por sentirse tan a gusto con alguien como yo; con un vampiro sediento de sangre… su sangre.
Toda esta situación me está volviendo loco y ella simplemente no ayuda a que las cosas sean más llevaderas. ¿Quién en su sano juicio prefiere estar con un vampiro antes que con su novio? ¿Quién en su sano juicio le ofrece su sangre a un vampiro? Solo a ella se le puede ocurrir una cosa así, y solo a mi se me puede ocurrir seguir permitiendo que esto suceda. Pero es que muchas veces no puedo evitarlo. El destino se ha ensañado en mi contra haciendo que al final del día Beth y nos encontremos; haciendo que al final del día desee mas su sangre.
¿Por qué tiene que pasarme esto? ¿Qué he hecho para merecer el castigo de tener junto a mí a la mujer que mas amo en el mundo y no poder estar con ella por miedo a herirla o a convertirla en esto? ¿Será este mi castigo por haber matado a mi propia esposa —Coraline— para salvarla? No, mi castigo por lo de Coraline es tener a Morgan (que es su viva imagen) rondando por aquí.
Algo debí haber hecho para que me castiguen con esto y para que Beth cada día se muestre más interesada y más cómoda con los vampiros. “Es que ustedes son fascinantes, Mike”, me dijo una vez cuando le pregunté porque le interesaba saber tanto sobre vampiros. En otra ocasión, cuando le pregunté si no me tenia miedo (eso fue después de haberla mordido) me dijo, con una expresión de suficiencia en el rostro “bah, ¿miedo a que?”
Por eso es que tengo miedo. Porque ella, con sus gestos, con su sonrisa angelical y sus tenues insinuaciones es capaz de destrozar mi autocontrol y si eso sucede, ya nada podrá impedir que la ame con todas mis fuerzas. Y eso es precisamente lo que no quiero, amarla de esa forma tan desaforada y alocada porque se que al final será como si todos estos años en los que he estado cuidándola del peligro, no hubiese hecho nada.
Fandom: Moonlight
Claim: Mike St. John
Palabras: 610
Basado en la frase: “donde hay mucho sentimiento, hay mucho dolor”.
Ella no lo entiende y es probable que por mas que le explique, no llegue a entenderlo nunca. No es porque sea obstinada o porque le guste llevarme la contraria, sino porque mis razones no son lo suficientemente convincentes para ella.
Yo la amo, siempre la he amado (mi amor fue cambiando con el paso de los años, debo admitir) y por eso es que cada vez que ella tiene ganas de hablar de eso, yo trato y trato de explicarle las múltiples razones por las que no podemos estar juntos; y también trato de distanciarnos para hacer las cosas “mas fáciles” pero es simplemente imposible.
Si no es que nos encontramos de casualidad en la escena de un crimen del cual ella esta haciendo una nota para Buzzwire, es ella la que va a buscarme a mi oficina para que la ayude con un caso o con cualquier cosa (siempre se aparece con una excusa un poco tonta como “se me quedó un archivo aquí” o “¿has sabido algo de Morgan?”. A veces solo me dice “quiero saber que demonios te pasa”).
Cuando eso ocurre solo la miro tratando de descifrar, de averiguar si es que ella no siente el mas mínimo respeto hacia su persona, si es que no aprecia ni un poquito su vida. Ella solo me sonríe y me dice ¿piensas dejarme toda la vida esperando a que termines de abrir esa puerta?”. En esos momentos, cuando la veo entrando a mi casa con esa despreocupación pienso que está completa y rematadamente loca por sentirse tan a gusto con alguien como yo; con un vampiro sediento de sangre… su sangre.
Toda esta situación me está volviendo loco y ella simplemente no ayuda a que las cosas sean más llevaderas. ¿Quién en su sano juicio prefiere estar con un vampiro antes que con su novio? ¿Quién en su sano juicio le ofrece su sangre a un vampiro? Solo a ella se le puede ocurrir una cosa así, y solo a mi se me puede ocurrir seguir permitiendo que esto suceda. Pero es que muchas veces no puedo evitarlo. El destino se ha ensañado en mi contra haciendo que al final del día Beth y nos encontremos; haciendo que al final del día desee mas su sangre.
¿Por qué tiene que pasarme esto? ¿Qué he hecho para merecer el castigo de tener junto a mí a la mujer que mas amo en el mundo y no poder estar con ella por miedo a herirla o a convertirla en esto? ¿Será este mi castigo por haber matado a mi propia esposa —Coraline— para salvarla? No, mi castigo por lo de Coraline es tener a Morgan (que es su viva imagen) rondando por aquí.
Algo debí haber hecho para que me castiguen con esto y para que Beth cada día se muestre más interesada y más cómoda con los vampiros. “Es que ustedes son fascinantes, Mike”, me dijo una vez cuando le pregunté porque le interesaba saber tanto sobre vampiros. En otra ocasión, cuando le pregunté si no me tenia miedo (eso fue después de haberla mordido) me dijo, con una expresión de suficiencia en el rostro “bah, ¿miedo a que?”
Por eso es que tengo miedo. Porque ella, con sus gestos, con su sonrisa angelical y sus tenues insinuaciones es capaz de destrozar mi autocontrol y si eso sucede, ya nada podrá impedir que la ame con todas mis fuerzas. Y eso es precisamente lo que no quiero, amarla de esa forma tan desaforada y alocada porque se que al final será como si todos estos años en los que he estado cuidándola del peligro, no hubiese hecho nada.
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