La Premonición
Titulo: Recordar es doloroso.
Fandom: La Premonición.
Claim: Anne Foster
Tema: # 3- Suspiro
Palabras: 324
Advertencias: Ninguna.
Notas: No me gustó, es lo primero que voy a decir. Lo segundo es que este drabble narra un poquito lo que sentía Anne los primeros días que estuvo en el Hellaven. No es para nada esclarecedor (hoy no me salen las cosas profundas y eso xD) pero es lo que hay. Participa en el quinesob.

Amar, para Anne, siempre fue la cosa más importante en el mundo. El sentir algo por otra persona, el quererlo siempre cerca de ella rodeando su cuerpo con sus grandes y fuertes brazos, eran algunas de las pocas cosas que la hacían siempre feliz.

Y siempre dio gracias por haber encontrado a alguien a quien darle todo el amor que anidaba en su corazón. Alguien bueno, gracioso, cariñoso y que, por suerte, sentía lo mismo que ella sentía por él. Con la misma intensidad, con la misma cadencia.

Anne fue feliz al lado de Solomon. Mucho. Cada beso, cada respiro, cada suspiro de placer que compartió con él fue un regalo del cielo para ella. Solomon era su todo. Era la persona más importante para ella. Era su razón de ser y de vivir.

Pero lo había perdido. Una noche, la que se suponía iba a ser la mejor noche de su vida, la noche que definiría su posición en el mundo, se vio cruelmente arrancada de sus brazos para jamás volver a verlo. Y había llorado por horas al enterarse de que posiblemente el la olvidaría pronto, cuando ella estaba en ese lugar sufriendo por él. Al saber que su corazón no dejaría de dolerle por más que se esforzase. Al saber que una parte de ella se había quedado con él y que no lograría recuperarla nunca.

Porque sabía que, aunque lograse regresar a casa otra vez, las cosas jamás volverían a ser como antes con él. Ella, para él y todo el que la conocía, estaba muerta y enterrada. Y aunque apareciese frente a ellos una vez mas, no volverían a verla ni a tratarla igual.

Con un resignado suspiro, se secó las lágrimas del rostro y se alejó de la ventana. Nada conseguiría llorando por él y por lo que había perdido. Ahora tenia muchas cosas en las que preocuparse. Su dolor, en esos momentos, era total y absolutamente irrelevante.
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